Haciendo un recuento de nuestro comedor, podemos decir que los últimos días de verano los pasamos
cocinando en el festival de la Celestina, unas
ricas paella. Como ya os dijimos nos donaron los ingredientes, carnicería
Carlos, quesos Corcuera, y panaderías EMI, RUIZ y PUNTO CALIENTE. Además la
taberna de Rafita nos dejó la otra paellera gigante.
El resultado indirecto de aquel día fueron: dos grandes
paelleras que disfrutaron todos los presentes, una rato entrañable entre los
voluntarios, los profesionales y los colaboradores y el resultado directo fue,
el producto económico, dinero para poder enfrentarnos al frio invierno, para
comprar carnes y suministro para los más necesitados que acuden al comedor.
¡Gracias a todos!
Empezamos septiembre con mucha ilusión, con la intención de seguir trabajando, llenando espacios y con el deseo de seguir mejorando.
Se han elaborado ya los típicos platillos que van
apeteciendo por la llegada del frío, las ricas lentejas, la pasta con tomate y el rico cocido. Ese plato por el que se nos conoce en el mundo a parte
de la paella y la tortilla de patatas.
Pero ¿a que nadie sabe cuál es su origen?
Bien, pues viene de un guiso llamado Adafina,se daba entre los judíos castellanos
del siglo XIV y XV, este alimento estaba compuesto, como nuestro maravilloso
guiso, por fideos, garbanzos, habas, verdura, carne de ternera o ave. Todo,
igual que nosotros hacemos con el cocido, se tomaba de forma perfectamente diferenciada:
primero los fideos, los garbanzos o verduras y finalmente la carne.
Se lo que estáis pensando, con lo bonito y sencillo que
suena Cocido ¿Por qué se complicarían
tanto los antiguos?
¿Cómo le llamaran las generaciones venideras?
No crean es una buena pregunta, teniendo en cuenta el auge
de los anglicanismos, la mezcla de los idiomas y la necesidad del ser humano de
seguir inventando…